Y al frente de esta política de mejoramiento de competencias de la empresa se encuentra Edinson Riascos Alomía, director de Gestión Humana de Sidoc, quien reconoce que la labor de contratar personal para la siderúrgica es bastante difícil, porque no es un oficio que abunda en el país.

¿Cuál es el conjunto de cambios promovidos por la empresa para responder a las nuevas condiciones de competitividad en el entorno laboral?
Las políticas de cambio, básicamente, son de capacitación y de competencias de las personas, no solamente en el conocimiento en el hacer, sino en las corporativas, como orientación al logro, adaptabilidad, orientación al cliente, compromiso y la aplicación de nuestros tres valores institucionales: el respeto, la integridad y la excelencia personal.

¿Ustedes ya tienen un grupo de personas certificadas?
Sí, el Sena nos ha dado mucho la mano y en este momento tenemos un alto número de personas certificadas, son 150, en unos cargos específicos.

¿Qué labores se certifican?
Comenzamos con unos cargos técnicos, pero la idea es que en un plan de certificación vamos a llegar a todos y cada uno de los cargos de la empresa: partes administrativa, operativa y comercial. Todo el personal de Sidoc tiene que estar certificado a futuro.

¿Cómo se cumple la selección del personal que va a ser certificado?
Parte del trabajo que estamos desarrollando tiene que ver con redefinir el concepto de perfil de cargo, migrando hacia una tendencia moderna denominada “análisis y descripción de cargo”, y lo estamos implementando con asesoría de una firma especializada en el tema, lo que de alguna manera nos genera mayor confianza, relacionada con que se inicia desde los pilares de lo que debe ser un buen proceso de selección; el modelo que poseemos y utilizamos en la actualidad es bueno, pero es necesario mejorarlo. ¿Cómo funciona?, a partir del análisis y descripción de cargo, y con ayuda de la evaluación psicotécnica, identificamos las aptitudes del colaborador y/o aspirante; validamos los conceptos de educación; formación, experiencia y algunos conocimientos específicos técnicos, o a desarrollar, sustentado de igual forma en las exigencias de nuestro sistema de calidad.

¿Se hacen procesos de evaluación del desempeño de los trabajadores?
Sí, anualmente hacemos un proceso de evaluación de desempeño y esta es una fuente para nuestras capacitaciones.

¿Les ha permitido identificar las habilidades relativas a la competencia requerida por el mercado de trabajo?
Desde luego, porque a partir de esas evaluaciones nos damos cuenta en qué estamos bien o qué nos falta.

¿Cómo elevan el nivel de competencia del individuo?
En Colombia existen solo cinco siderúrgicas, este aspecto hace que, a la hora de requerir personal para vincular en algunos cargos críticos, sobre todo a nivel operativo, se dificulte un poco esa consecución; es por eso que, a través nuestro proceso de capacitación interna, aprovechamos el conocimiento específico que poseen nuestros colaboradores y constantemente, durante todo el año, capacitamos al personal que requiere de dicho conocimiento.

¿En esta nueva etapa, la empresa está alcanzando sus objetivos?
La verdad, en las publicaciones se ha visto que Sidoc cada año mejora sus indicadores, que a final de cuentas es el resultado que se busca, y mensualmente vamos batiendo récords. Parte tiene que ver con la capacitación de la gente y su compromiso con la empresa.

¿Se dictan talleres de superación personal?
Veníamos trabajando mucho en el Saber, hoy lo hacemos más en el Ser; nos orientaron a empezar básicamente con los jefes y continuar con nuestros operarios. Enfocamos más las cosas hacia el Ser y nos está dando buenos resultados.

¿Envían empleados a otros países para ser capacitados?
Sí, hace un mes regresó el ingeniero Juan Carlos García, Gerente de Operaciones, quien conoció parte de la tecnología que se está utilizando en el mundo para implementarla en la empresa.

¿Los trabajadores valoran los beneficios que reciben de la empresa?
Afortunadamente sí, hoy contamos con seguro de vida para cada uno de nuestros colaboradores, plan de exequias, casino donde se brinda alimentación en los tres turnos a todo el personal, auxilios para educación al trabajador y sus hijos, construcción y mejoramiento de vivienda propia para nuestros colaboradores, entre otros beneficios. Vale la pena mencionar la famosa distribución de utilidades trimestral. En la calle las personas preguntan que si es verdad la distribución de utilidades; creemos que nuestros colaboradores valoran los beneficios anteriores y los retribuye por medio del compromiso demostrado cada día de trabajo, logrando así las metas anuales y mensuales propuestas por la dirección de la Empresa.

Se dice que en Colombia hay escasez de talento, no porque no haya personas para trabajar, sino por no tener las habilidades que están buscando los empleadores…
Efectivamente, en algunas oportunidades no es fácil cubrir una vacante por varias razones, especialmente porque el candidato posee deficiencias en los conocimientos básicos para aspirar a un cargo específico y, en otras oportunidades, porque no encontramos en los mismos las competencias corporativas que requerimos para su vinculación.

El nuevo tipo de trabajador tiene que ser capaz de involucrarse en las actividades de planeación y control de la producción, identificando y solucionando problemas dentro del proceso productivo.
Importantísimo. Hace mucho rato implementamos que algunos trabajadores que hacen labores operativas tengan cierto nivel técnico en otras competencias; por ejemplo, una persona que opere un equipo también tenga conocimiento en electricidad y mecánica para que cuando se presente una falla en uno de esos dos aspectos, este tenga la capacidad de solucionar el inconveniente presentado.

Para terminar, el director de Gestión Humana de Sidoc dijo que “estamos trabajando para el futuro. Es una empresa que tiene en estos momentos 32 años y nos tenemos que preparar para otros 30 años con el fin de dejarle la posta a los que vienen. Creemos que vamos en buena dirección”.

La Siderúrgica del Occidente construye país
Sidoc, fundada en 1987, se ha convertido a lo largo de 32 años en una de las cinco más grandes del país y la única con capital 100 % vallecaucano. La familia Armitage pasó a ser única dueña a partir de 2005. Una historia de éxito.

1987 
Gustavo López adquiere la empresa en liquidación Fundente S.A. y emprende en Santiago de Cali el proyecto siderúrgico con Maurice Armitage.

López, empresario antioqueño, decidió fundar su propia acería y para fortalecerla contactó como asesor en el montaje a su amigo Maurice Armitage, quien años atrás había sido funcionario de Sidelpa. Una afortunada coincidencia les permitió conocer que estaba en venta Fundación de Occidente, Fundente, una firma que ofrecía un gran potencial para invertir en ella.

1989 
Cambió de nombre por el de Siderúrgica del Occidente, S.A., Sidoc S.A.
La sociedad Fundente S.A. entró en liquidación y surgió Siderúrgica de Occidente S.A.- Sidoc S.A. La empresa comenzó con 20 trabajadores y en poco tiempo de iniciadas las operaciones Maurice Armitage pasó de ser asesor externo a gerente general.

1993 
Maurice Armitage y su grupo familiar compran el 50 % de la compañía.
A pesar de existir un horizonte desalentador, Maurice Armitage le propuso a Gustavo López que se asociaran en el negocio con una participación del 50 %, para que, con esos recursos, pagaran los créditos bancarios que tanto aquejaban a la empresa y darle un nuevo respiro.

1995 
Se adquiere parque automotor propio para la compra de materia prima y distribución de producto terminado.

Le apostaron a venderle directamente a las pequeñas ferreterías de los estratos 1, 2, 3 y no a las grandes cadenas ferreteras, para lo cual tuvieron que gestionar su propia flota de transporte, un servicio que hasta ese momento lo subcontrataban con terceros. Con este nuevo proceso, la empresa buscó el cumplimiento de objetivos como llegar directamente al microempresario y al consumidor final, eliminando la figura de los intermediarios, para venderles más y a un mejor precio.

2004 
Los accionistas toman la decisión de diversificar sus inversiones y nace Agrícola del Occidente S.A.S.

Agrícola del Occidente S.A.S. está ubicada en la Hacienda El Limonar, en Villa Rica, Cauca. La empresa es una sociedad por acciones simplificadas.

Sidoc S.A.S. es conocida financieramente como la empresa con mayor EVA del país.

Sidoc S.A.S. es en la actualidad una de las cinco siderúrgicas más grandes del país y una de las pocas de capital netamente colombiano. Hace 30 años la empresa comenzó produciendo 400 toneladas de acero al mes, hoy su meta llega a las 240.000 toneladas.

2005 
Nace Laminanos S.A.S. con una partipación del 50 % de Sidoc S.A.S.
Laminamos S.A.S. es una sociedad por acciones simplificadas.

El grupo familiar Armitage toma el control del 100 % de Sidoc S.A.S.
Cuando Sidoc S.A. atravesaba por un buen momento, Gustavo López le ofreció su participación en la compañía a Maurice Armitage, quien junto con su familia se convirtieron en únicos propietarios.

Creación de Fundación Sidoc con el objeto de desarrollar propuesta de Responsabilidad Social Empresarial.

2006 
La junta directiva de Sidoc S.A.S. aprueba programa de distribución de utilidades con sus empleados.

La empresa genera 752 empleos directos y 4000 indirectos con positivos resultados financieros. La firma ha logrado una importante relación con los trabajadores al enterarlos cada tres meses de la evolución del negocio y otorgarles bonificaciones por igual a todos. Por más de una década se han repartido las utilidades de la siderúrgica, porque para Mauricio Armitage “la compañía no es del dueño, sino de la gente que trabaja ahí”.

2009 
Apertura de las Tiendas del Acero.

Las Tiendas del Acero manejan el 25 % del portafolio de ventas de Sidoc y surgieron como una respuesta a la necesidad de contrarrestar la presión de la competencia, permitiendo eliminar un canal de intermediación para llegar al consumidor final. La zona de influencia de Sidoc S.A.S. son los departamentos: Valle del Cauca, primordialmente la ciudad de Cali, Cauca, Nariño, Quindío, Caldas y parte del Tolima. Una parte de la Visión de la compañía está enfocada en fortalecer su posición en el suroccidente colombiano.

2010 
Marcela Mejía asume la Gerencia General de Sidoc S.A.S.

Ingeniera de sistemas y economista, Marcela Mejía Valencia es una mujer brillante, con una gran capacidad de análisis y con unas fuertes competencias administrativas y financieras. Desde hace tres décadas está vinculada a la empresa. También es gerente de Laminamos S.A.S. y forma parte de las juntas directivas de Cementos San Marcos y del Ingenio del Occidente S.A.S.

“Siempre buscamos buenas personas para convertirlas en buenos trabajadores. Es una premisa y nos ha ido muy bien.
Al profesional recién egresado lo amoldamos a los requerimientos de Sidoc y lo convertimos en un talento humano”.

2011 
Inicia operaciones el Ingenio del Occidente S.A.S.

Ingenio del Occidente S.A.S. es una empresa agroindustrial ubicada en Villa Rica, Cauca, que se dedica a cultivar, elaborar y comercializar de manera responsable productos derivados de la caña de azúcar de alta calidad.

Se define la conformación de una holding o grupo empresarial.
Sidoc S.A.S. no solo tiene presencia en el negocio del acero, también es propietaria de Agrícola del Occidente S.A.S., Ingenio del Occidente S.A.S., Laminamos S.A.S. y tiene una participación de 26,6 % en Cementos San Marcos.

2012 
Sidoc S.A.S. toma el control total de Laminamos S.A.S.

Sidoc S.A.S. realizó una apuesta importante al adquirir la compañía Laminamos S.A.S. El principal objetivo de esta adquisición fue fortalecer la oferta hacia sus clientes con productos con mayor valor agregado.

Inicio de operaciones de la Cementera San Marcos.

Visionarios y empresarios caleños que creyeron en el empuje del Valle lanzaron al mercado Cementos San Marcos, con una planta de última generación integrada desde la mina hasta el saco, llegando para ser polo de desarrollo de las comunidades vecinas de San Marcos y Vijes.

2017 
Sidoc S.A.S. inicia producción en la nueva planta.

Con una inversión de $110.000 millones, la planta de Sidoc S.A.S., que produce 240.000 toneladas de acero, pasó de un área de 40.000 metros cuadrados a 252.000 M2 y la meta es alcanzar 277.000 M2, según la empresa.

150 trabajadores en cargos específicos tiene Sidoc S.A.S. certificados.

*Gente con Talento es una campaña que busca promocionar la certificación laboral en el Valle, con el propósito de ayudar a elevar la competitividad en la región.

Fuente: El País

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La construcción del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, la doble calzada Buga – Buenaventura, la cárcel de Buga, el Centro Médico Imbanaco, la hidroeléctrica de Tuluá, y otras obras que se adelantan como la ampliación de la zona norte del centro comercial Jardín Plaza

Sidoc fabrica dos tipos de acero: al carbono de baja aleación para refuerzo de concreto y aceros al carbono.

 

De acuerdo con Yaneth Buenaño, directora de Gestión de Calidad de Sidoc, “nuestro fuerte son los aceros al carbono de baja aleación para refuerzo de concreto o también los conocidos como aceros sismorresistentes. Estos constituyen un 90% de nuestra producción; el 10% restante está centrado en la fabricación  de acero al carbono”.

 

El acero sismorresistente se usa para la construcción de todo tipo de obras civiles. “Con este material producimos toda una gama de barras corrugadas para refuerzo de concreto y las entregamos a los clientes en dos presentaciones: barra recta corrugada y rollo corrugado”, añadió Buenaño.

 

Entre tanto, la fabricación de acero al carbono se utiliza para obtener alambrón liso, que se constituye en la materia prima para el proceso de trefilación, insumo para la fabricación de grafil y malla electrosoldada para refuerzo de concreto.

 

De igual manera, Sidoc fabrica barras cuadradas y lisas.

 

Cabe destacar que el acero Sidoc da cumplimiento al reglamento técnico. Esto garantiza que las edificaciones que se construyen sean seguras para quienes las edifican, como también para quienes las habitan. La seguridad de las personas y las construcciones depende de que el rollo, la barra corrugada y las mallas electrosoldadas cumplan con los requisitos de los reglamentos técnicos.

 

Fuente: El País

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A la hora de escoger los documentos vitales para su vida laboral, el hombre no lo duda. Sabe perfectamente la importancia de poseer una licencia para conducir y también de contar con una certificación laboral que le permita desarrollar con éxito su trabajo como experto montacargas.

“Con la certificación puedo manejar con responsabilidad y seguridad los aparatos con los que trabajo desde hace 11 años”, reflexiona José Luis Quintero Benavidez, quien se desempeña como auxiliar de almacén.

A Sidoc llegó hace once años, luego de que su padre muriera cuando él estaba por terminar el bachillerato. Comenzó a desempeñarse como auxiliar de almacén y ante la complejidad de la labor, la empresa lo impulsó para que se capacitara tomando cursos de logística dictados por el Sena. Fue entonces cuando recibió su primera certificación de manos del Servicio Nacional de Aprendizaje, avalando sus competencias y destrezas en funciones de almacenamiento a nivel de producción empresarial.

José Luis recuerda que así, entonces, tuvo las bases técnicas para saber cómo hacer inventario, cómo clasificar mercancía, cómo controlar los tiempos del ‘stock’, y cómo manejar un sistema universal de control.

“La certificación como auxiliar de almacén me ha permitido ser más productivo, porque me ha facilitado mi trabajo. Sé que la mercancía hay que rotarla y cerciorarme que las facturas que recibimos contengan la referencia de los pedidos, para evitar quedarnos con un material equivocado”, explica José Luis.

La sana ambición por seguir aprendiendo sobre su oficio, llevó a José Luis a seguir buscando capacitarse y fue así como terminó cursando un ciclo en formación a través del cual pudo certificarse como operario de montacargas y después como operario de puente-grúa.

“En el momento en que se entra a un proceso de certificación, uno entiende que existen muchas cosas que desconoce y que deben ser aplicadas para cumplir con un trabajo responsable y seguro”. Los deseos de José Luis, sin embargo, no se detienen: ahora se interesó en manejar retroexcavadora y cuando termine el curso sumará su cuarta certificación.

“Certificarme me fortaleció el conocimiento”

La vida laboral de Campo Elías Rosero Pantoja ha estado ligada a la fundición y a las calderas, como profesional certificado en operación de montacargas de Sidoc.

A la compañía llegó hace 14 años, con alguna experiencia como montacargas, luego de haberse desempeñado como operario de oficios varios en una empresa que realizaba trabajos de fundición de plomo.

Pero fue en Sidoc donde aprendió a mover una pieza pesada, o a trasladar el desperdicio del producto terminado a las calderas.

“Llegué a la compañía creyendo que lo sabía todo, pero cuando realicé cursos de certificación con el Sena me dí cuenta de que estaba en pañales. Certificarme me fortaleció el conocimiento; por ejemplo, en materia de seguridad hacía cosas que no se deben hacer. Con mis compañeros de curso entendímos que cometíamos equivocaciones”, cae en cuenta ahora el curtido operario, bugueño de 55 años de edad.

Por eso hoy día, basado en su experiencia, recomienda a todos los que puede que emprendan un proceso de certificación, pues permite perfeccionarse en el oficio y prevenir fallos: “Manejar un aparato de los que yo opero requiere de una gran responsabilidad, ya que muchas vidas humanas corren riesgo por una mala maniobra”.

Además, hoy, está convencido de que la certificación es una herramienta más que determinante para la vida, justo en estos tiempos: “Dios no lo quiera uno sale de una empresa, y con una certificación puede arriesgarse a pedir trabajo en uno de los 22 países con los que Colombia tiene convenio. Me parece fantástico”.

Campo Elías, en todo caso, nunca ha pensado en irse de Sidoc. Allí, dice, no solo ha crecido como trabajador, sino como persona. Con su trabajo, y el apoyo de la empresa, sus tres hijas hoy son profesionales graduadas.

Junto a Campo Elías, en la compañía trabajan otros nueve operarios de montacargas certificados. Alguno de ellos, en algún momento, lo sucederá en la empresa: dentro de siete años, según su calendario, llegará el tiempo de pensionarse.

Fuente: El Pais

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